
La mezcla de audio siempre se ha visto envuelta en una especie de mito o leyenda, que dice que este proceso (y también la masterización) puede arreglar cualquier error previo de la producción, o transformar radicalmente cualquier sonido que estemos utilizando. Y, si bien es cierto que dependemos de la materia prima o contenido original con el que vamos a trabajar (por mucho sabor a pollo que le añadamos a la carne de vaca, nunca dejará de ser vaca), también es cierto que, mediante las diferentes técnicas de mezcla, podemos modificar o manipular prácticamente cualquier cualidad de un sonido, pudiendo corregir (a veces camuflar) errores de tiempo/velocidad, afinación, timbre, dinámica, etc…
¿Qué conseguimos con una buena mezcla de audio?
Una buena aplicación de las técnicas de mezcla, nos permitirá también hacer más interesantes nuestros proyectos y generar un mayor impacto en nuestros oyentes. Con el objetivo de crear una mezcla equilibrada deberemos procesar cada sonido. Podremos enfatizar aquellos aspectos que más nos interesen para el proyecto en el que estemos trabajando, así como atenuar aquellos que sean menos interesantes. De esta forma, ademas de conseguir un mayor balance en nuestra mezcla, lograremos una mayor definición de cada uno de los elementos que la componen. Durante el Curso de Producción Musical estudiaremos a fondo diversas técnicas y diferentes aspectos del proceso de mezcla. Estos son algunos…
Organización en la mezcla
El primer aspecto que analizaremos será el psicológico. Veremos la importancia de marcarse objetivos y de que cada uno de los pasos que demos nos lleve hacia ellos. Hablaremos también de cómo tener un buen método nos puede facilitar el proceso de mezcla, así como ahorrarnos una buena cantidad de tiempo.
Posicionamiento de los sonidos. Escenario virtual
Uno de los objetivos del proceso de mezcla es el de crear un escenario virtual “ideal” para nuestro proyecto. Analizaremos cómo podemos ubicar los diferentes elementos de la canción en cualquier punto de los tres ejes (vertical, longitudinal, profundidad) mediante el procesamiento de diferentes parámetros.
Ecualización durante la mezcla
El proceso de ecualización es una parte fundamental de la mezcla. Su uso nos permitirá ganar definición en cada uno de los sonidos, así como crear una mezcla equilibrada. Podremos eliminar o atenuar partes molestas de los sonidos, así como resaltar aquellas que más nos interese.
Procesamiento de dinámicas. Puerta de ruido, compresión, limitación,…
El procesamiento de dinámicas durante la mezcla de audio también nos puede permitir marcar la diferencia en nuestras producciones. Tanto para bien como para mal. Controlar las dinámicas de una señal nos puede ayudar a que la escucha de un sonido sea más equilibrada, por lo tanto nos resultará más fácil ubicarlo en la mezcla. Los procesadores de dinámica nos permiten también solucionar ciertos problemas de enmascaramiento, a la vez que se les puede dar un uso puramente creativo para modificar el rango dinámico de una señal en función de nuestras necesidades.
FX. Efectos en la mezcla
El uso de efectos durante la mezcla nos permite ubicar los elementos de ésta en diferentes “escenarios virtuales”, dotándolos de cierta espacialidad. Si hiciéramos un símil con el mundo de la cocina, podríamos decir que los efectos son como el aliño de una ensalada o la salsa de un plato, que tratan de homogeneizar y dar un sentido de conjunto a los diferentes elementos que forman el plato o, en nuestro caso, la mezcla.